Un voraz vacío me reclama tu ausencia
Entre sedas negras de mis sueños profundos
Una rosa blanca sumergida en sangre
Grito mudo, lagrima, mil suspiros, mundo.
Angustia que crece, devorando mi pecho
Mi corazón se entumece y ya no siento nada
Confusión y pena, temor en mi vientre
Frágil niña, sueños, esperanzas… nada.
La amargura crece, la desesperación gana,
La promesa se rompe, golpe seco, cobarde,
Grito mudo, lágrima, mil lamentos, condena
Odio propio, llanto, muerte lenta, ya es tarde.
Ven ángel a encontrarme dormida…
Entre sabanas blancas, indefensa, mansa.
Ven, arranca y destruye de mi cuerpo el alma…
Y sólo en ese momento, ángel, por fin… descansa.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
jueves, 16 de abril de 2009
Quise
Quizá la vida me volvió distante
Tal vez el tiempo me robó algún sueño
¿Acaso el viento se llevó mis alas?
¿Soy yo la niña que se ve a lo lejos?
Quizá aparento la misma sonrisa
Y me pierdo de a ratos en los mismos juegos
¿Se escucha mi risa como un eco lejano?
¿No me ves huyendo de mis propios miedos?
Intenté esconderme tras otra mirada
Y olvidar tus labios entre otros besos
Intenté crear sentimientos vacíos
Y en vano te dije “ya no siento nada…”
Mi voluntad no alcanzó a romper el embrujo
Y de tu piel por siempre quedaré prendada
¿Me atraparas, entonces, al encontrar mis ojos?
¿Y me amaras, de nuevo, al caer la alborada?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)